Descubre los errores más comunes al instalar amortiguadores

Los amortiguadores desempeñan un papel crucial en la dirección, el frenado y la estabilidad de tu vehículo: controlando el movimiento excesivo de la carrocería y las llantas, por lo tanto, es de suma importancia realizar una instalación adecuada. Cuando los amortiguadores no son instalados correctamente, estos pueden dañarse, y por consecuencia, este dejara de realiza su función.

En este apartado, te mostraremos los errores más comunes al instalar y reducir su vida útil de tus amortiguadores.

• Utilizar pistola de impacto para apretar la tuerca del vastago, ya que esto apretara más de lo necesario, dañando la cuerda, barriéndola o decapitándola.
• Sujetar el vastago en la zona cromada con una herramienta inadecuada, Por ejemplo, pinzas de presión. Esto dañará la superficie generando imperfecciones las cuales permitirán la fuga de aceite. Aquí también se incluye el utilizar de por medio un trapo o franela ya que el daño que se genera es mismo.
• Realizar soldaduras o modificaciones en el sistema de suspensión o cerca de él, ya que podría dejar residuos en el vastago causando rupturas en los retenes ocasionando la perdida de aceite.
• Instalar con los opresores de instalación de forma incorrecta.
• Manipular o modificar, cortando, barrenando, etc. la estructura del vástago.
• Instalar tus amortiguadores con resortes en mal estado, vencidos, o resortes recortados. Esto dañará severamente tu amortiguador ocasionando daños en el vástago, en el cárter, el desgaste prematuro en neumáticos y daños generales en la estructura del vehículo. En el caso de resortes recortados representa un alto riesgo de accidente, ya que el resorte se puede romper o puede soltarse del soporte de suspensión.
• No cambiar resortes reduce la vida útil de tu amortiguador hasta 85%.

Evitando realizar estas malas prácticas tus amortiguadores estarán en óptimas condiciones, garantizándole a tu auto un recorrido cómodo y seguro.

¿Qué pasa cuando un amortiguador falla?

• Rebote excesivo del vehículo después de un tope.
• Exceso de inclinación en las curvas.
• Desgaste desigual de las llantas.
• Montaje o bujes agrietados o resecos.
• Vástago quemado o deformado.
• Fuga de aceite del cuerpo del amortiguador o strut.
• Mala respuesta de la dirección (vibración y errática).